SANTIAGO DE CHILE - El expresidente de Chile, Sebastián Piñera, muerto el martes al estrellarse el helicóptero que él mismo pilotaba, dejó una profunda huella en la política pero también en el mundo de las finanzas, donde era conocido como un "tiburón" de la bolsa, un empresario voraz que acumuló una fortuna de más de 2,800 millones de dólares, según la lista Forbes.
Mercado de valores, servicios aéreos, el negocio de la televisión y hasta el fútbol, donde llegó a dirigir "Blanco y Negro", la concesionaria que gestiona Colo Colo, el club más laureado de Chile, forman parte de los tentáculos de Piñera, cuyo hermano fue un importante figura económica en tiempo de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1989), que aparecen de alguna u otra manera en todas las esferas de la sociedad y la economía chilena.
Licenciado como ingeniero comercial por la Universidad Católica de Chile, y con un postgrado en Economía en la Universidad de Harvard en Estados Unidos, Piñera empezó a amasar su fortuna en el mundo de las obras con la Constructora Toltén, empresa que fundó en 1975 y vendió antes de 1980 para empujar sus inversiones en bolsa.
Impulsado por los contactos de su hermano, quien ayudó a implantar el sistema ultraliberal que rige desde entonces en Chile con la invención de las AFP, un grupo de seis empresas privadas que gestionan los fondos previsionales del país, el joven Piñera llegado de Estados Unidos navegó rápido por las aguas privilegiadas de la dictadura como asesor en instituciones como la Cepal y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
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Los Leones de Sanhattan
Uno de esos contactos le proporcionó el trampolín para saltar al mundo de la bolsa y la banca, donde se convirtió en uno de los principales "Leones de Sanhattan", el barrio financiero con altos edificios al estilo del conocido distrito de Nueva York, construido en el norte de Santiago de Chile.
En 1979 logró la representación en exclusiva para el país de las tarjetas de crédito Visa y Mastercard y creó Bancard S.A, y se concentró en apostar en bolsa, con un aire muy particular y agresivo, según el libro ‘Piñera y los leones de Sanhattan’, del escritor chileno Sergio Jara Román.
Desde la banca y el mercado de valores comenzó a edificar su imperio: al inicio de la década de 1980, se erigió en uno de los fundadores de CMB S.A, una conocida administradora de fondos con una cartera amplia de inversionistas institucionales, y logró la representación de Apple en Chile, según destaca su sitio web.
Pero su verdadero despegue económico vino de la manos de ‘Citicorp-Chile’, una potente administradora de fondos de inversión de capital extranjero, de la que fue gerente general y presidente entre 1980 y 1987, época de crisis en la dictadura pero también de afirmación del experimento ultraliberal de los ‘Chicago Boys’, en el que participó activamente su hermano, José Piñera Echenique.
En esos años de privatizaciones en los que los "Leones de Sanhattan" se apropiaron de las finanzas y los recursos del país, Piñera también participó como socio en las inmobiliarias Las Américas S.A. y Aconcagua, la empresa de correos Postal Market y la Editorial Los Andes, entre otros negocios.
La década de las privatizaciones
En la década de 1990, acabada la dictadura de Pinochet y abierta la transición a la democracia, fue una segunda tierra promisoria para Piñera y sus compañeros de Sanhattan.
El expresidente apostó por la aviación y en 1994 se hizo con el control de LAN Chile, la aerolínea chilena privatizada en 1989, al comprar el 16% de la nueva compañía junto a la familia Cueto. Piñera vendió sus acciones cuando accedió a la presidencia en 2010, año en el que se fusionó con Tam Brasil y se creó LATAM, una de las empresas aéreas más grandes de América.
Pero su voracidad financiera no quedó ahí: a lo largo de ese época finisecular y según un artículo de la Biblioteca del Congreso Nacional, invirtió en proyectos inmobiliarios diversos como el Parque Industrial Curauma, en la ciudad costera de Valparaíso, en la empresa nacional de telecomunicaciones Entel -también privatizada- y el holding AntarChile y la sociedad Calichera, además de la Compañía Sudamericana de Vapores y Colbún, compañía eléctrica creada en dictadura y privatizada igualmente en democracia.
Fútbol y televisión
En la primera década del siglo XXI, los ojos de Piñera se posaron en el fútbol y la televisión. En 2005 compró Chilevisión, un canal de televisión con implantación a nivel nacional e invirtió en ‘Blanco y Negro’", la concesionaria que gestiona el Colo Colo, el club más laureado y rico de Chile.
Allí compartió mesa y maniobras con otro de los grandes "Leones de Sanhattan", la financiera Larrain Vial, y multimillonarios como él de otro sector. En paralelo, invirtió en la cadena de Farmacias Ahumada y mediante sociedades compró títulos en compañías de variado rubro, entre ellos, el energético.
En 2009, y a la vista de que carrera política hacia el Palacio de Gobierno comenzaba ya a ser más promisoria, se preparó para asumir la Presidencia de la República: traspasó toda su participación en empresas sociedades anónimas abiertas mientras que la compañía Bancard, quedó a cargo de administrar sus negocios en el extranjero, el resto de su imperio, de un hombre influyente y poderoso, tanto en política como en el mundo del dinero.
El expresidente chileno Sebastián Piñera dedicó buena parte de los últimos 10 años de su vida a defender a la oposición venezolana, una causa que, pese a costarle animadversiones del Gobierno chavista, respaldó en público hasta este mismo lunes, un día antes de perder la vida en un accidente de helicóptero.
DEFENSOR DE LA OPOSICIÓN VENEZOLANA HASTA SUS ÚLTIMOS DÍAS
En la víspera de su inesperada muerte, Piñera participó, junto a una decena de expresidentes latinoamericanos, en un foro virtual en el que el grupo expresó su respaldo a la líder opositora venezolana María Corina Machado, ante la inhabilitación que le impide competir en las presidenciales de este año.
Al confirmarse que el exmandatario derechista había fallecido, tras caer el helicóptero en el que iba con tres personas que sobrevivieron, Machado reaccionó a través de X "con el corazón partido" ante la "pérdida inmensa" que significa la muerte de este "gran aliado de los venezolanos".
La exdiputada liberal describió al chileno como un "gran amigo y excepcional latinoamericano" que "entendió la causa de los venezolanos como una justa y propia".
"Con generosidad, creatividad y energía nos acompañó hasta su última hora", agregó la antichavista que, según ha contado, se reunió, físicamente, solo una vez con Piñera, cuando este visitó Venezuela por última vez, en 2014, justamente para expresar solidaridad a la oposición, luego de una oleada de protestas antigubernamentales que dejaron entonces 43 muertos.
ALIADO DE GUAIDÓ
El expresidente no dudó en calificar al Gobierno chavista como una dictadura, una posición que reforzó desde 2019, cuando reconoció al presidente del Parlamento de entonces, el opositor Juan Guaidó, como mandatario interino de Venezuela, partiendo de que Nicolás Maduro había sido reelegido en unas elecciones "antidemocráticas" en 2018.
"Venezuela tiene hoy una dictadura corrupta e incompetente (...) que tiene que terminar con elecciones libres, transparentes y democráticas", dijo Piñera en junio de 2019, al término de la ceremonia en la que rindió cuentas sobre su manejo del Gobierno.
Además de proferir sentencias como esta, en febrero de ese año fue uno de los mandatarios que acompañó a Guaidó en su intento de ingresar ayuda humanitaria al país a través de la frontera con Colombia, lo que terminó en un largo enfrentamiento con la fuerza pública que respondía, como lo hace ahora, únicamente a las órdenes de Maduro.
Guaidó, exiliado en Miami desde abril pasado, compartió el martes una fotografía de ese día junto a quien recordó como un "sincero aliado del rescate de la democracia en Venezuela".
El acompañamiento de Piñera fue tal que numerosos representantes de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), la principal coalición antichavista, han expresado en redes sociales sus condolencias por el fallecimiento, usando siempre palabras de agradecimiento y recordándolo como amigo y aliado.
ADVERSARIO DE MADURO
Mientras Piñera acusó a Maduro de haberse "transformado en un dictador" en 2017, cuando la fuerza pública reprimió otra oleada de protestas antigubernamentales que se saldó con unos 120 muertos, en septiembre de 2018, el líder chavista implicó al Gobierno chileno en un plan magnicida.
Un mes después de haber sufrido un atentado con drones, del que salió ileso, Maduro denunció que algunas personas relacionadas con la Administración del derechista estaban "involucradas y embarradas" en este ataque, sin responsabilizar directamente a Piñera.
De cualquier modo, en varios discursos posteriores, Maduro relacionó al exmandatario con planes "extremistas de la ultraderecha", sin dejar de calificar a su Gobierno como "pinochetista", en alusión al dictador chileno Augusto Pinochet, que reprimió a sus opositores durante su mandato (1973-1990).
Esas diferencias quedaron de lado el martes, cuando el jefe de Estado venezolano expresó sus condolencias por el fallecimiento del expresidente.
"Nos unimos al duelo que embarga al pueblo de Chile ante el lamentable fallecimiento del expresidente", escribió en X Maduro, que compartió una vieja fotografía que lo muestra junto a Piñera, al tiempo que expresó sus "sinceras palabras de apoyo y solidaridad" a los familiares y amigos.
Las relaciones entre ambos países han mantenido cierta tirantez luego de la salida del poder de Piñera y la llegada de Gabriel Boric, quien, si bien es más cercano ideológicamente al chavismo, también ha criticado el accionar de Maduro e, incluso, ha considerado que el proyecto chavista, en el poder desde 1999, "ha fracasado".