La balacera en la Primaria Robb en Uvalde, Texas, donde por lo menos 19 estudiantes y dos adultos murieron, ha reavivado el debate sobre el uso de armas y sus restricciones.
Expertos en el tema reconocen que la segunda enmienda protege la posesión de armas y eso no va a cambiar, es un derecho constitucional. Sin embargo, lo que sí puede cambiar es evitar que las armas caigan en las manos equivocadas.
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Mientras, otras personas creen que debido a que no se pueden eliminar las armas es importante poner más restricciones, medidas que la legislatura en Texas no ha tomado.
"Se enfocan en las armas, no se enfocan en el núcleo de lo que está pasando verdaderamente. Hay muchas cosas que son: redes sociales, juegos de video", expresó José Salas, quien es experto en armas.
"Hemos trabajado en solicitar un récord criminal en cada compra de un arma. Esto es algo que ha funcionado en otros estados y que el electorado apoya", opina Nicole Golden, de la organización Texas Gun Sense.
Pero el exceso de esas restricciones dicen solo traería otro tipo de problemas.
"No podemos criminalizar a los que portan armas de manera legal", agrega Salas, quien explica que un tiroteo en masa se detiene cuando llega "la segunda arma en las manos correctas".
El tiroteo en Uvalde refresca la herida provocada hace apenas unos años en una escuela en Santa Fe, donde se movilizó al gobierno estatal a realizar un programa especial de seguridad.
"No podremos prevenir todos los tiroteos en Texas, pero sí podremos prevenir alguno. Pero lo que nuestra legislatura hizo en lugar de proteger a la comunidad, removieron requisitos de entrenamiento y licencias para tener un arma cargada en público", añade Golden.
Mientras tanto, Texas sigue siendo uno de los estados con las reglas más relajadas en cuestion de posesión de armas.
