WESLACO- El gobernador de Texas, Greg Abbott, se reunió el jueves con dirigentes de la Patrulla Fronteriza y de la Guardia Nacional en la base militar ubicada en Weslaco.
Allí, recibió una sesión informativa sobre lo último que ha sucedido con la seguridad en la frontera y sobre las estadísticas más recientes que publicó la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza.
En una breve conferencia de prensa, el mandatario recalcó que la razón por la cual se enviaron tropas de la Guardia Nacional a la frontera no se debió a la caravana de inmigrantes, sino al "alto índice de actividad transfronteriza", refiriéndose al cruce de drogas, de contrabando y de criminales.
Abbott ya había enviado este fin de semana pasado a 250 guardias nacionales a la frontera de México con Texas.
Y el jueves anunció que actualmente hay "762 soldados de la Guardia Nacional de Texas a lo largo de la frontera". Agregó que se espera que el número incremente a "300 por semana hasta llegar a cerca de 1,400" militares.
"Es necesario trabajar con el escalamiento del tráfico fronterizo que significa un aumento del 200% de personas cruzando la frontera de manera ilegal, un aumento de cruce de heroína, así como un aumento del 200% de pandilleros de MS-13 (Mara Salvatrucha)", aseveró Abbott.
Además, el gobernador agregó que los soldados no estarán para detener a quienes cruzan, si no de cumplir con un rol que complemente las funciones de la Patrulla Fronteriza.
