AUSTIN, Texas – Alrededor de 4.9 millones de personas votaron en los 30 condados más grandes de Texas durante el período de votación temprana, superando el número total de votos sometidos en todo el estado en la última elección de medio término, según las cifras de la secretaría de estado divulgadas el sábado.
Los datos estatales mostraron que más de 540,000 personas en esos 30 condados votaron temprano el viernes, que fue el último día de votación anticipada en el estado. Aunque Texas tiene 254 condados, los 30 más grandes albergan a casi el 80 por ciento de los residentes del estado.
Los casi 4.9 millones de votos anticipados superan los 4.7 millones de votos totales registrados en Texas en la elección de mitad de período de 2014.
En la muy observada carrera en el Senado del Estado, tanto el titular republicano Ted Cruz como el demócrata Beto O'Rourke han dicho que una gran participación los beneficiaría.
Cruz está buscando un segundo mandato contra O'Rourke, una estrella en ascenso en el Partido Demócrata que ha destrozado los registros de recaudación de fondos de la campaña del Senado a pesar de rechazar las donaciones de grupos políticos externos.
O’Rourke está tratando de convertirse en el primer demócrata de Texas en ganar una oficina estatal desde 1994, pero enfrenta muchas probabilidades debido a la ventaja que tienen los candidatos del Partido Republicano en las elecciones estatales.
En teoría, la carrera nunca se suponía que fuera ni siquiera cerca.
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O’Rourke, un congresista con tres términos bajo el brazo, era virtualmente desconocido fuera de su ciudad natal de El Paso antes de desafiar a Cruz. Los llamamientos del candidato carismático a favor del optimismo y la voluntad bipartidistas de visitar los 254 condados de Texas, incluso las áreas profundamente republicanas que los demócratas abandonaron hace décadas, le ganaron un brindis en los círculos liberales nacionales.
También provocó la especulación de que O'Rourke podría usar una victoria sobre Cruz, o incluso una pérdida cercana, para postularse a la presidencia en 2020. Y lo ayudó a arrasar con el récord de recaudación de fondos de la campaña del Senado, incluido el aumento de más de $38 millones en un periodo de sólo tres meses de julio a septiembre.
Cruz rechazó eso, diciendo que "Texas no será comprado" y culpando a la "izquierda dura" que aseguró está "llena de ira" contra el presidente Donald Trump. Él dijo que hay más republicanos que demócratas en Texas, por lo que si puede evitar la complacencia conservadora, ganará fácilmente.
