Los 31 migrantes que fueron secuestrados el 30 de diciembre ya fueron rescatados por diversas agencias del vecino país y según el familiar de uno de ellos, los secuestradores pedían $2,000.
"Los secuestradores empezaron a pedir plata y nosotros aquí hemos pedido prestado", confesó desde Venezuela el familiar de uno de los secuestrados, quien prefiere permanecer en el anonimato.
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Entre los secuestrados había personas de Ecuador, Honduras, Venezuela, Colombia y México. Ellos fueron privados de su libertad cuando se trasladaban a Matamoros, Tamaulipas, a bordo de un autobús y fueron plagiados por un grupo armado.
Según elementos de la marina y del ejército mexicano, gracias a las señales que emiten los teléfonos celulares y a unidades caninas pudieron seguir el rastro de las personas secuestradas.
Por su parte, Andrés Hernández, cónsul general de Venezuela, explicó que "se pudo verificar la identidad de cuatro connacionales y uno de ellos es menor de edad".
Mientras tanto, el presidente de la República de México, Andrés Manuel López Obrador, durante su conferencia mañanera, señaló que el rapto posiblemente era para extorsionar a los familiares.
Mientras todo esto ocurría, varios republicanos se reunieron en la ciudad fronteriza de Eagle Pass y alzaron la voz en contra del presidente Joe Biden.
"Necesitamos parar esto y tenemos las herramientas para hacerlo pero el Presidente se rehúsa a hacerlo. Como migrante no es la solución, lo puedo decir de todo corazón. Es tanto una crisis humanitaria como una crisis de seguridad nacional y lo debemos hacer rápidamente", denunció Juan Ciscomani, congresista por Arizona.
El congresista destacó que estarán hasta el lunes 8 de enero en la frontera para ver de primera mano lo que ocurre en relación a esta crisis. "Más de 65 miembros del congreso republicano vean lo que yo veo a diario en arizona es importante que vean
