Melissa Quintanilla aún no cumplía 30 años, cuando salió embarazada por primera vez.
Sin embargo, perdió a su bebé a las cinco semanas de embarazo. Pero no fue hasta dos semanas después, cuando le dieron la mala noticia durante una revisión.
“Me hicieron el ultrasonido, no encontraban al bebé en la matriz, lo encontraron en una trompa Falopio y decidieron hacerme una laparoscopia,” contó Quintanilla.
Tuvo que ser internada de emergencia.
“Lo primero que piensas es algo estoy haciendo mal, y te entristece," comentó Quintanilla.
Pero la esperanza de ser mamá la animó a volver a intentarlo un año después sin imaginar que a los cuatro meses, al enterarse que tendría una niña, volvió a pasar por otro momento desgarrador.
El ginecólogo se dio cuenta que ya no había latido de corazón,” dijo Quintanilla.
De acuerdo con los médicos, la infertilidad se presenta tanto en hombres como en mujeres. Hay quienes pueden tener dificultad para quedar embarazadas o lograr mantener un embarazo.
“En el hombre se hace un análisis del semen para ver cómo está la morfología del esperma. En la mujer se hacen estudios para checar que su función hormonal esté funcionando, que estén ovulando que no haya problemas de anatomía en la matriz o en las trompas de Falopio,” explicó la Dra. Laura Fonseca, ginecóloga.
Después de varios estudios, Melissa fue diagnosticada con miomas uterinos. “Para mi cuerpo el embarazo es algo extraño y lo que hace es coagular la sangre al sentirse atacado,” sostuvo Melissa.
Pero en lugar de darse por vencida, Melissa buscó alternativas, descartó una cirugía y optó por cambiar a una dieta vegana por seis meses y después volvió al ginecólogo.
“Y la mayoría de los miomas ya estaban secos sin necesidad de cirugía,” compartió Quintanilla.
Después de sufrir un aborto espontáneo los médicos recomiendan esperar unas semanas antes de volver a intentar embarazarse. “Normalmente recomendamos a tener un ciclo menstrual y luego embarazarse. Lo otro es también esperar a que nos sintamos bien emocionalmente,” indicó la Dra. Fonseca.
Y así fue. Pasaron los meses y, las posibilidades de ser mamá parecían cada vez más cerca, y Melissa salió embarazada por tercera vez.
“Es algo muy sencillo simplemente tienes que inyectarte un anticoagulante todo tu embarazo y tu bebé va a llegar a término,” señaló Quintanilla. Siguiendo las órdenes del médico, Melissa tuvo alrededor de 400 inyecciones durante todo su embarazo.
Finalmente, llegó el día que tanto anhelaba Melissa. El 24 de mayo del 2019 se convirtió en madre de Mateo y su vida cambió por completo. “Sentir su calorcito, ver cómo él me daba besos sin saber que yo era su mama, fue algo muy bonito muy diferente,” expresó Melissa.
El camino de Melissa no fue fácil, pero logró formar su familia y afirmó que desea tener más hijos. Aprendió que, gracias a los tratamientos que la ciencia ofrece y las muchas otras opciones que hay, el sueño de ser madre convertirse en realidad.
