Los pasajeros tenían el agua hasta la cintura y el vagón se seguía indundando. Ante la angustia, se organizaron y fueron saliendo, pero tuvieron que nadar porque las vías y el suelo habían desaparecido debajo del agua.
Las imágenes de desgracia se repitieron en por lo menos media docena de colonias de Zapopan, el municipio más grande de Jalisco y limítrofe con Guadalajara.
En Zapopan, muy cerca del bosque de Los Colomos, las coladeras y el drenaje fueron superados por las lluvias que inundaron las casas, los centros comerciales y convirtieron las calles en ríos con rápidas corrientes en una zona donde se unes colonias populares con áreas de alta plusvalía.
"Pues mucho miedo, mucho temor, veía como el agua traía los carros, como los arrastraba, como se inundaban las casas", recuerda Yolanda Martínez.
En esta comunidad decenas de casas fueron arrancadas desde sus cimientos, llevándose todo lo que estaba dentro.
"Estaban las casas inundadas, sus pertenencias saliendo, madres y niños gritando, ayudándolos a subir a la azotea", cuenta Raúl Rodríguez.
La tormenta que sorprendió a los habitantes de la zona metropolitana de Guadalajara fue causada por el paso del huracán Bud, que se manifestó con fuertes vientos, mucha lluvia y granizo.
Aunque este huracán ya se está desplazando hacia el norte de México, se mantendrá la alerta sobre la zona afectada en Jalisco y Colima, ante la posibilidad de que siga provocando lluvias.
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El Servicio Meteorológico Nacional alerto además sobre la formación de grandes olas.
"El sistema va paralelo a las costas del Pacífico y tiene vientos máximos de 195 y rachas de 240km/hr", informó Jaime Albarrán, del Servicio Meteorológico Nacional.
En Zapopan, la gente trata de retomar su vida, bajo el consuelo de que perdieron todo pero no hubo decesos que lamentar.
