Muchos de los migrantes centroamericanos que fueron detenidos en la frontera sur de Texas ahora están siendo regresados en aviones a sus países de origen bajo las nuevas medidas aprobadas por el Departamento de Seguridad Nacional.
Y es que el gobierno de Biden reanudó los vuelos para expulsar del país de forma inmediata a familias migrantes centroamericanas.
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“Estos vuelos han salido a El Salvador, Guatemala y Honduras y continúan estos vuelos regulares cada semana”, dijo Manuel Padilla, jefe de la Patrulla Fronteriza.
Cada caso es procesado de acuerdo con las leyes de Estados Unidos, señaló Padilla y agregó que aquellos migrantes que no califican para permanecer en Estados Unidos, serán deportados.
Durante el fin de semana, las cámaras de Telemundo 40 captaron imágenes exclusivas del momento cuando migrantes centroamericanos llegaron al aeropuerto para luego ser expulsados al interior de México y a países de Centroamérica.
Este domingo en el aeropuerto internacional de McAllen llegaron autobuses con migrantes listos para abordar el avión. Al menos había tres aviones en la pista del aeropuerto y dos de ellos despegaron.
Por su parte, activistas reaccionaron ante la expulsión de familias migrantes que llegan al sur de Texas.
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“Nosotros estamos en desacuerdo de esta expulsión. Por lo menos una expulsión que nosotros sentimos es muy rápida y temprana”, comentó Danny Díaz, coordinador comunitario de La Unión del Pueblo Entero (LUPE).
“Sabemos que esas deportaciones rápidas que están haciendo son consecuencia de muchas situaciones, pero ojalá que esta situación de necesidad humana no se tome como una causa política”, expresó Ramona Casas, coordinadora comunitaria de ARISE Adelante.
Díaz agregó que van a “seguir investigando y protestando estas tácticas y prácticas de la Patrulla Fronteriza y DHS que muchas veces tratan de intimidar a la gente para que se auto deporten”.
La instrucción vino del Departamento de Seguridad Nacional siguiendo las recomendaciones de los CDC por la pandemia y el aumento de casos de coronavirus.
“Si una persona o una unidad familiar no tiene una base legal para permanecer en Estados Unidos serán retornadas a sus países de origen de una manera rápida. Este es un esfuerzo para reducir el despliegue de COVID-19 a Estados Unidos y a la región”, sostuvo Padilla.
Y mientras unos son expulsados, otros siguen llegando al país con la esperanza de poder quedarse.
Los vuelos iniciaron el 30 de julio y según el jefe de la Patrulla Fronteriza, Manuel Padilla, estos continuarán cada semana desde el aeropuerto internacional de McAllen al igual que el de Brownsville.
