Noche Guadalupana: vivo el fervor religioso a la Virgen de Guadalupe en el Valle del Río Grande

El 12 de diciembre es un día muy importante para los mexicanos y todos creyentes, ya que se celebra el Día de la Virgen de Guadalupe. En esta fecha millones de fieles visitan a la “Morenita del Tepeyac”, como también se le conoce, tanto a la basílica de la Ciudad de México como a otras iglesias.

En el Valle del Río Grande se destacan dos lugar para rendirle tributo a la virgen, uno es la Basílica del Santuario Nacional de Nuestra Señora de San Juan del Valle y otro es la iglesia Nuestra Señora de Guadalupe, en Mission; ambas en el Valle del Río Grande.

Precisamente estas iglesias fueron escenario del fervor religioso y la devoción a Virgen que preservan los católicos en el Valle. Y es que año tras años los feligreses acuden religiosamente a rendirle tributo a Tonantzin Guadalupe, que es el nombre indígena de la virgen.  

Aquí partes del programa especial Noche Guadalupana transmitido la noche de este 11 de diciembre en honor a la Virgen de Guadalupe.

La imagen de la virgen en el manto sagrado simboliza la unión de dos culturas, fue un parteaguas en el tiempo en que los evangelizadores querían convertir a los pueblos indígenas, por lo que el mensaje que dejó la virgen fue claro para todos.

El manto de la Virgen y sus simbolismos

De acuerdo a documentos históricos del Vaticano y otros encontrados alrededor del mundo, María la Madre de Jesús, se apareció en cuatro ocasiones al indio Juan Diego en el cerro del Tepeyac para enviar un mensaje al obispo Juan de Zumárraga para que construyeran un templo.

"Hay una frase en el apocalipsis que dice una gran señal apareció en el cielo, una mujer vestida de sol con las nubes bajo sus pies, con una corona de 12 estrellas y si vemos el manto de la Virgen de Guadalupe cumple con todas estas características", explica el padre Manuel Razo, de la iglesia San Felipe de Jesús.

Y es que la imagen de la virgen en el manto sagrado simboliza la unión de dos culturas, fue un parteaguas en el tiempo en que los evangelizadores querían convertir a los pueblos indígenas.

Además, de acuerdo a estudios científicos el material que tiene el manto no es pintura, aseguran que es algo que no es de este planeta, es una materia que no existe en la tierra.

Ahora mismo el manto sagrado de la virgen está en la Basílica de Guadalupe de la ciudad de México y de acuerdo a la secretaría de gobernación, el mes de diciembre del 2022 unos 11 millones de peregrinos visitaron a la Morenita del Tepeyac en su santuario.

Al son del tambor y de cascabeles los matachines le danzaron a la Virgen de Guadalupe. Las integrantes del grupo “Apostolado de la Cruz”, que por cierto son 32 mujeres, llevaban semanas ensayando.

Matachines veneran a la virgen como sólo ellos saben hacerlo

Al son del tambor y de cascabeles los matachines le danzaron a la Virgen de Guadalupe. Las integrantes del grupo “Apostolado de la Cruz”, que por cierto son 32 mujeres, llevaban semanas ensayando.

“Es una emoción cada vez que ensayamos. Cuando toca el tambor, el corazón empieza a latir fuerte”, comenta Martha Avila, quien lleva cuatro años danzándole a la Virgen de Guadalupe. Mientras que para Gladys Ayala son ya 20 años. “Es algo que te llena. Que te llena el alma”, dice.

Cada 11 de diciembre, desde hace 4 años, este grupo ha danzado en la Basílica de Nuestra Señora de San Juan del Valle. Danzarle a la virgen es una tradición religiosa a través de la que expresan su fe en cada movimiento, bailando con el corazón y rezando con los pies.

“Dicen que el que canta, ora dos veces. Y para nosotros, decimos que nosotros oramos tres veces, porque lo hacemos con la boca, porque a veces cantamos nuestro son. Y estamos haciéndolo con el cuerpo y el alma”, añade Gladys.

Esta noche, con su penacho blanco, sus huaraches, la naguilla, y cascabeles… estos soldados de la virgen se alistan para venerarla como solo ellos saben hacerlo…

Una tradición que se lleva por generaciones para mantener a los fieles creyentes llenos de fe son las procesiones, al igual que rezar 46 rosarios a la Virgen de Guadalupe.

Las Rosas del Valle abrazan la tradición y la fe

Coloridas luces reciben a la Virgen María conforme el grupo llamado “Las Rosas del Valle” se preparan para rezar uno de los 46 rosarios a la santa madre.

“No es cualquier cosa. Es una devoción tan hermosa a nuestra madre. Ella es nuestra madre y siempre nos está protegiendo”, explica Rosy Garza, quien forma parte de “Las Rosas del Valle”.

Son ya 15 años de devoción y con mas de 40 miembros, son un apoyo incondicional entre una y otra. “El grupo de Las Rosas del Valle se ha ido creciendo mucho en la fe. Somos un grupo bien fraterno. Nos unimos mucho”, dice Mary Tamez, otra de las integrantes de “Las Rosas del Valle”.

Actualmente niñas y jovencitas forman parte de este grupo de danza, ejemplo de que las nuevas generaciones abrazan su tradición y fe hacia la Virgen Morena.

Una tradición que se lleva por generaciones para mantener a los fieles creyentes llenos de fe son las procesiones, al igual que rezar 46 rosarios a la Virgen de Guadalupe.

Preservan la tradición de rezarle a la virgen

Una tradición que se lleva por generaciones para mantener a los fieles creyentes llenos de fe son las procesiones, al igual que rezar 46 rosarios a la Virgen de Guadalupe.

“Nosotros seguimos tratando de hacer esta tradición para que las nuevas generaciones vayan recordando de las tradiciones mexicanas que tenemos tan bonitas, que a veces se nos van perdiendo entonces ese es el propósito de nosotros hacer estos 46 rosarios de la Virgen de Guadalupe”, explica Betty Benítez, fiel creyente.

Cuando se llevan a la virgen en procesión es para un propósito, ya sea para que la virgen pueda interceder ante Dios cuando piden que ya sea por salud o bienestar, para una familia en el Valle de Texas. Es una bendición que la virgencita de Guadalupe haya llegado a su vivienda.

“Es algo muy hermoso que, por poco empiezo a llorar de veras.E es algo que nos da mucha mucha bendición especialmente porque mi sobrina está enferma y queremos que interceda por ella”, añade Emma Carrillo, otra creyente.

La pequeña capilla llamada La Lomita data de hace 150 años y ha sido la sede de grandes celebraciones religiosas. El padre Roy Snipes es quien oficia las misas en el lugar, que aunque es pequeño, su estructura es muy fuerte.

La Lomita también es sede de grandes celebraciones

La pequeña capilla llamada La Lomita data de hace 150 años y ha sido la sede de grandes celebraciones religiosas. El padre Roy Snipes es quien oficia las misas en el lugar, que aunque es pequeño, su estructura es muy fuerte.

Allí está colocada una imagen de la Virgen de Guadalupe. Lo que ocurre es que muchos creyentes no pierden la oportunidad de acudir al lugar a rezar y elevar una plegaria justo a los pies de la Morenita del Tepeyac. La fe es grande, incluso para migrantes que recién cruzan la frontera, ya que el lugar se encuentra a escasos metros del Río Grande. Ellos llegan hasta la lomita a dar gracias y hacer una oración.

"La fe en la virgencita de Guadalupe es la que me ha fortalecido, que me ha cuidado en todos estos caminos imagínese desde Honduras, tanto sufrimiento, tanto tropiezo, pero siempre con la fe en alto", expresó Oscar Antonio Díaz Muñoz, migrante hondureño.

Los migrantes tienen una gran devoción por la Virgen de Guadalupe y destacan que una vez que cruzan el río Grande se lo deben a ella. "Tener fe y creer porque ella sí existe. Tener fe, ella es milagrosa", opina Briseidy Frausto Govea, migrante.

Como todos los años los feligreses acudieron a la basílica de la Virgen de Guadalupe en la Ciudad de México. Aquí las imágenes.

Feligreses expresan su fervor en la Basílica de la Virgen de Guadalupe

Miles de personas acudieron la noche del 11 de diciembre a la Basílica de la Virgen de Guadalupe, en la Ciudad de México, para rendirle honor a la Morena del Tepeyac.

Incluso, hay personas que han peregrinado, como Don Miguel Trinidad, quien es la voz que guía a fieles que han caminado dos días y ejecutaron un baile que habla sobre la batalla que libran el bien y el mal.
La realidad es que nada ni nadie ha podido detener la gran cantidad de peregrinos que no paraban de llegar hasta la basílica. Eran tantos que hasta costaba trabajo caminar.

Unos de rodillas mientras que otros corrieron con un mismo propósito, llegar hasta la basílica impulsados por su fe a la virgen.

Son varios los feligreses que aseguran haberle pedido a la virgen y ella les ha concedido su deseo.

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