LAREDO, Texas.- Dos hombres en Texas fueron sentenciados a cumplir más de 15 años en prisión cada uno luego de que admitieran su participación en secuestrar y retener a cuatro víctimas que torturaron para pedir rescate, anunció indicó el Departamento de Justicia.
Jesús Ochoa, de 27 años y residente en Laredo, se declaró culpable el 2 de marzo, mientras que Luis Armando García, de 29 años y ciudadano mexicano, que reside en Laredo, se declaró culpable el 28 de febrero.
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La jueza federal de distrito Diana Saldana impuso el miércoles de esta semana una pena de prisión de 186 meses (15.5 años) para Ochoa, mientras que García recibió 192 meses (16 años). Se espera que García enfrente un proceso de deportación después de cumplir su sentencia. En la audiencia, el tribunal escuchó a cuatro víctimas que describieron lo que los dos hombres les hicieron pasar y el impacto psicológico que tuvo el secuestro en ellos. Al dictar las penas de prisión, la jueza señaló la naturaleza violenta del delito y la falta de respeto de los acusados por la vida de los demás.
El 19 de noviembre de 2020, Ochoa y García se encontraron con cuatro personas que cruzaron el río Grande en el área de Laredo y les ofrecieron llevarlos a San Antonio a cambio de un pago.
Luego, viajaron a la residencia de García en Laredo pero en realidad le dijeron al grupo que estaban en San Antonio. Posteriormente obligaron a los cuatro individuos a llamar a sus familiares y pedirles que enviaran $4,000 a cada uno para su liberación, añade la fiscal en un comunicado.
Los ahora convictos retuvieron al grupo como rehén en la residencia durante tres días. Durante ese tiempo, amenazaron a cada persona con un arma de fuego y las obligaron repetidamente a grabar videos y mensajes de voz, hacer videollamadas, enviar mensajes de texto y llamar a familiares para pedir rescate. En varias ocasiones, Ochoa y García hablaron directamente con los familiares y les dijeron que si no se hacía el pago, algo les pasaría a los secuestrados.
Finalmente, los familiares contactaron a las autoridades que pudieron obtener la ubicación general desde donde se originaron las llamadas telefónicas.
Después de darse cuenta de la policía, Ochoa y García volvieron a subir al grupo a un vehículo y los transportaron a un parque industrial en Laredo. Dejaron al grupo y dijeron que volverían más tarde.
Las víctimas pudieron tomar prestado un teléfono de un camionero cercano y pidieron ayuda. Las autoridades encontraron a los cuatro individuos y los transportaron a un lugar seguro.
Ambos permanecerán bajo custodia a la espera de su transferencia a una instalación de la Oficina de Prisiones de EE. UU. que se determinará en un futuro próximo.
