Perder a su hijo víctima de los pandilleros en El Salvador le cambió la vida a María Blanco, quien ahora reside en Texas.
“Tú tienes que llevarte ya a tu hijo de aquí”, le había advertido su hermana. “De un momento a otro te puedo dar la mala noticia” sobre su muerte, le dijo la mujer.
No pasó mucho tiempo y le notificaron que su hijo había sido asesinado. Pero, por razones legales y económicas ella no pudo realizar el viaje a su país para enterrarlo.
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La experiencia también fue traumática para la hija de Blanco, quien presenció el asesinato. La joven, que prefiere mantenerse en el anonimato, salía de la iglesia cuando los pandilleros interceptaron a su hermano y le dispararon por la espalda.
El relato de Blanco toma especial importancia ahora que se ha registrado un aumento en los arrestos de personas que tienen vínculos con gangas. Según explica Héctor Escamilla, de la Aduanas y Protección de Fronteras en Weslaco, este tipo de detención ha aumentado en un 39 por ciento.
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