Todos los días en la central de autobuses en McAllen, se ven a inmigrantes partir hacia su destino final, pero estos últimos días han sido diferentes.
Las familias que se han visto el miércoles en la central sonríen y se abrazan pues horas antes no estaban seguros si algún día tendrían la oportunidad de hacerlo.
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“Lo único que pensé fue que no podía volver a ver (a mi papá), que lo iban a deportar para su país, pero gracias a Dios no lo deportaron,” dijo Franklin, un joven migrante quien fue reunido con su papá.
Su padre, Elmer, comentó que se había entregado con su hijo a las autoridades “y me trajeron para allá y allí nos separaron a los dos. Esa misma noche nos separaron. Sólo nos sacaron los datos de dónde éramos y todo y ya no lo volví a ver.”
Sin embargo, por un mes, esos datos no facilitaron la comunicación entre ellos. Y recientemente fueron reunificados.
Local
En la noche del lunes, por lo menos 350 familias han sido reunidas únicamente en el sector del Valle del Río Grande.
Caridades Católicas ocupa de muchos donativos ya que han estado recibiendo a las familias y brindándoles apoyo. Si desea apoyar, puede llevar sus donativos a la Basílica de San Juan.