Lilian Rose Lira, de Harlingen, tenía tan sólo 12 años cuando luego de ejercitarse comenzó a sentir un fuerte dolor de cabeza por el que fue trasladada a un hospital donde se descubrió que tenía una aneurisma en su cerebro y murió luego de una intervención quirúrgica.
"En el momento que ellos terminan de hacer los push-ups ella se levanta, inmediatamente camina con la coach y le dice que tiene dolor de cabeza. Se está tocando el lado derecho. El dolor de cabeza fue intenso e inmediato", relata Sara Lira, madre de Lily, como le decían a Lilian.
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La joven falleció el pasado 6 de abril, justo dos días después de que fuera operada. Aunque la pérdida ha sido muy dolorosa, eso no impidió que donaran sus órganos con la finalidad de ofrecer una esperanza de vida a quien la necesite.
"Desde el principio me dijeron que las posibilidades de sobrevivencia no eran buenas" recuerda Sara, quien tuvo unos minutos para despedirse de su hija que ya se encontraba inconsciente.
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Tras su muerte un pedacito de Lily vive en cada uno de los pacientes que recibieron alguno de sus órganos.