El programa de seguro médico para niños, conocido como CHIP, ha existido por más de 20 años y está en riesgo de desaparecer ya que no está incluido en la nueva reforma de impuestos que fue aprobada por el Congreso durante el fin de semana.
Existen proyectos de ley en el Congreso que pudieran financiar el programa, sin embargo, no saben de dónde se pudiera obtener el dinero para hacerlo.
Sin un voto y sin dinero, esta navidad los padres de aproximadamente 450,000 beneficiarios de este programa en el estado de Texas pudieran recibir una carta declarando que sus hijos perderían la cobertura para vacunas, tratamientos contra el cáncer, visitas médicas de rutina y mucho más.
"Todos necesitan recibir pagos por sus servicios. Una clínica no podrá permanecer abierta sin reembolso. Aún cuando un doctor tenga buenas intenciones, el doctor no podrá ayudar a niños si no le pagan," comentó Chris Yanas, Ministro de Salud Metodista del sur de Texas.
Según expertos de salud, el bienestar infantil en el Valle del Río Grande actualmente es bajo en comparación al resto del estado. Sin la existencia del programa CHIP o de clínicas federales, la salud sería peor por lo que enfatizan en la importancia de financiar estos programas y ayudas a los menores.
