Así como personal en los hospitales juegan un papel muy importante para brindar atención médica en estos tiempos de pandemia, los paramédicos también son parte fundamental en la batalla contra el COVID-19.
Los paramédicos reciben desde llamadas de personas quienes creen que tienen síntomas de COVID-19 hasta personas con síntomas más severos, por lo que han tenido que acondicionar las ambulancias para acudir a este tipo de llamados.
"Hemos recibido muchas llamadas de personas con problemas respiratorios, algunos con dolores de pecho y otros sintiéndose enfermos," dijo Ramiro Yáñez Jr., de Med Care EMS.
Con el aumento del 50% al 60% de las llamadas al 9-1-1, no siempre garantizan una entrada rápida a la sala de emergencias.
"Lo que estamos haciendo ahora es retener a los pacientes en los pasillos, incluso en las ambulancias durante un tiempo prolongado, tenemos que esperarnos más, exponernos más y tratar de atender a los pacientes en hospitales que están a su máxima capacidad," explicó Yáñez Jr.
La espera podría llegar a ser de tres a cuatro horas, por lo que han tenido que condicionar sus unidades. "Están equipadas con aparatos especiales para poder contener las partículas que los pacientes expulsan," comentó Yáñez Jr.
Al paciente se le coloca una mascarilla protectora, mientras que los paramédicos utilizan mascarillas acrílicas, guantes y demás. Pero, a pesar de estar equipados, los paramédicos no hacen pruebas de COVID-19.
"Nosotros solo atendemos al llamado, y los llevamos al centro donde pueden ser tratados, les pueden hacer la prueba, o determinar en qué fase de su tratamiento están," sostuvo Yáñez Jr.
Una vez que el paciente es llevado a un hospital, la unidad es desinfectada, y los paramédicos cambian su equipo para estar listo para la siguiente llamada.
