Después del tiroteo masivo en una sinagoga en Pittsburgh que dejó a 11 personas sin vida el sábado, líderes religiosos en McAllen ya están tomando medidas para incrementar su seguridad y así proteger a sus miembros.
El rabino Asher Hecht de la sinagoga Chabad of the Rio Grande dijo que están en constante comunicación con el departamento de policía y que tienen guardias de seguridad armados vigilando la sinagoga.
“Se está diciendo que el asesino entró a la sinagoga gritando “¡todos los judíos deben morir!”. Esto fue planeado. Tenía toda la intención de atacar la comunidad judía,” dijo el rabino Hecht. “Esto lo llamamos anti judío, uno de los actos más crueles que he visto. Un hombre era sobreviviente al holocausto, después de haber sobrevivido esto, llega un nazi moderno y lo asesina, porque eso es lo que él es: un nazi,” agregó Hecht.
Once personas perdieron la vida en este crimen, que no sólo afectó a la comunidad judía de Pittsburgh, sino también a otras comunidades a través de la nación.
“Esto es algo que nos afecta a todos. Los sentimientos sobrepasan las palabras. Es importante crear consciencia de lo que está ocurriendo, abrir los ojos y reconocer que esto es algo terrible y que este tipo de acciones no deben de pasar por alto. Espero que se haga justicia por mis hermanos,” expresó Hecht.