BROWNSVILLE- Jesse García, un hombre acusado de desencadenar una serie de eventos que culminaron en un tiroteo que dejó a su madre sin vida en enero de 2016, fue sentenciado a pasar 10 años en la cárcel tras ser declarado culpable de homicidio imprudencial.
García se había declarado en septiembre sin impugnación, que significa ni culpable ni no culpable, de los cargos que pesan en su contra, que son: homicidio imprudencial, tres cargos de asalto agravado a un servidor público y dos cargos de asalto agravado con un arma letal.
Como parte del acuerdo con la fiscalía, se le desestimó uno de los cargos de asalto agravado y no tendrá juicio. Por cada uno de los cargos que enfrenta, podría ser sentenciado entre dos y 20 años.
Los hechos ocurrieron hace más de dos años cerca de las calles Santiago Lane y Camelia Drive donde Raúl Hernández, un agente de la Patrulla Fronteriza, se encontraba con su novia en el interior de un auto.
En aquel momento momento, llegó al lugar el exnovio de la fémina, identificado como García, quien supuestamente enfrentó a la pareja con un arma.
Hernández forcejeó con García y resultó herido de bala en la cadera.
Entonces, García habría abandonado el lugar pero, al llegar a la calle Minnesota, se encontró con la policía que intentó detenerlo. Después de una breve persecución, agentes del Condado Cameron y de Brownsville lograron rodearlo.
Fue en ese instante que el joven supuestamente comenzó a dispararle a los policías, quienes desenfundaron sus armas y contestaron el ataque. Durante ese intercambio de disparos, la madre del joven apareció en el lugar y recibió un balazo que le ocasionó la muerte.
García quedó paralizado de la cintura hacia abajo.
