El veterano de guerra Robert Grandstaff quien sirvió al país durante 6 años en Iraq asegura continuar luchando por la libertad para poder reunirse con su familia, debido a que su esposa tiene prohibido regresar a Estados Unidos.
“Siento que mi libertad me ha sido arrebatada, una persona no elige de quien se enamora, simplemente ocurre,” comentó Robert Grandstaff.
Grandstaff relata que en el 2015 el y su prometida originaria de Monterrey, Nuevo León estaban realizando los preparativos para su boda hasta que un día cuando ella intentó visitarlo le fue negada la entrada al país por presuntas sospechas de que vivía en Estados Unidos violando su visa de turista.
Él asegura haber tratado algunas peticiones de emergencia como veterano de guerra deshabilitado ya que ha necesitado de cirugías. Sin embargo, después de 2 años y medio, aún no ha logrado traerla de regreso. Un dolor que es más fuerte que sus procedimientos quirúrgicos y lesiones que ha recibido en combate por las que ahora vive tomando 40 pastillas al día y siempre visitando al doctor.
“Quiero a mi familia, despertarme a lado de alguien que me quiere. Escuchar a mis hijos, sólo tener a mi familia cerca no sé porque es mucho pedir,” añadió Grandstaff.
Daniella y sus tres hijos ahora viven en Monterrey esperanzados a que inmigración les de una respuesta. Mientras tanto, los visita cuando su salud se lo permite.
De acuerdo a Grandstaff, está esperando solicitar de nuevo una petición para que le retiren la prohibición que tiene su esposa y su sueño más grande es que sea antes de navidad.
