HOUSTON - El joven con el que la policía de Pasadena quiere hablar sobre el caso de la niña María González, violada y estrangulada el pasado sábado 12 de agosto, ingresó al país ilegalmente en enero pasado cuando estuvo retenido por oficiales de la patrulla Fronteriza (CBP por sus siglas en inglés).
Así lo reveló el Departamento de Policía de esa ciudad ubicada al sureste del área metropolitana de Houston.
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De acuerdo con las autoridades, Juan Carlos García Rodríguez ingresó a EEUU por El Paso (Texas) y, tras ser dejado en libertad, se dirigió hacia Baton Rouge (Louisiana) donde estaban las personas que le patrocinaron su llegada al país.
Según los investigadores, García Rodríguez llegó hace menos de un mes a Pasadena a donde vino -supuestamente- por trabajo.
Este fue entrevistado por las autoridades previamente, pero la evidencia de ADN obtenida en una llave que se halló dentro del apartamento y que no abría ninguna puerta de ese lugar llevó a que los investigadores decidieran nombrarlo persona de interés.
La llave abrió la puerta de un apartamento dentro del mismo complejo habitacional en el que vivían tres personas que previamente habían cooperado al dar pruebas de ADN a las autoridades.
Dos de las tres personas tenían su propia llave de la vivienda donde vivía, menos García. Una vez recibieron los resultados de ADN de la llave, las autoridades decidieron que buscarlo de nuevo, aunque él aún no es considerado como sospechoso del caso.
Las autoridades están esperando los resultados de las pruebas de ADN de otras piezas tomadas como evidencia dentro del apartamento donde se encontraba la niña al momento del ataque mortal.
La policía no descarta que García Rodríguez haya cruzado la frontera de regreso hacia México, algo de lo que ya están advertidas las autoridades federales de inmigración.
Los investigadores dijeron que este no tiene historial criminal en EEUU desde que entró al país en enero.
En la misma conferencia de prensa, la organización Crime Stoppers hizo un llamado a la comunidad para que, si sabe, denuncie el paradero de García González e insistieron que la comunicación con ellos es totalmente anónima y no se indaga el estatus migratorio.
