ORLANDO, FLORIDA - Docenas de cadáveres fueron retirados lentamente durante la madrugada del lunes el popular club nocturno Pulse de Orlando, después de que un hombre balease a una multitud indefensa con una lluvia de disparos que mató a 49 personas y fuese luego dado de baja por un escuadrón SWAT.
Mientras, el FBI ofreció una rueda de prensa en la que detalló que continúa la investigación en el hogar y bienes del atacante, y que no se conoce el motivo del ataque. Además, detallaron que el hombre había llamado tres veces al FBI.
En su primera llamada, colgó sin hablar, en la segunda habló brevemente y en la tercera juró su lealtad al Estado Islámico y dedicó el acto cometido a su líder. Suponen que básicamente se radicalizó a través de internet.
La agencia además aclaró que el hombre había sido investigado por 10 meses tras ser reportado por tener vínculos con Al Qaeda.
Más temprano, el presidente Barack Obama dijo que todo apuntaba a que había actuado solo y reportes de AP indicaron que otras 5 personas permanecen en condición grave.
El sospechoso, Omar Mateen, entró al recinto armado con un fusil AR-15 y disparó 20 rondas, 40, 50 y luego más, según las autoridades. En un espacio tan reducido, las balas difícilmente erraban. Disparó a la policía. Tomó rehenes.
Treinta y nueve personas fallecieron en el interior de la discoteca, y 11 más en hospitales, explicó el alcalde de la ciudad, Buddy Dyer.
