MATAMOROS, Tamaulipas- El Protocolo de Protección al Migrante (MPP, por sus siglas en inglés) ha provocado que cientos de migrantes regresen a sus países de origen porque muchos aseguran estar cansados de esperar en México por su solicitud de asilo y su cita en una corte de inmigración.
“Como íbamos a Estados Unidos que nosotros no, los hondureños, salvadoreños y guatemaltecos nos daban permiso con los niños y hoy no es así, ya cambió la ley,”dijo Mario Auxinas.
Auxinas está preocupado de cómo va a poder salir adelante puesto que utilizó mucho de los recursos económicos de su familia para llevar a cabo su viaje.
“¡Ah! Que no puede pasar, que está difícil ya que nadie se mueva. Es malgastar el dinero, ese dinerito le puede servir a los que no se han venido, nosotros tenemos la experiencia que imagina…ya estamos acá ya perdimos el dinero, quizás nos costó ahorrarlo y para gastarlo fue rapidito,” comentó Auxinas.
Y es que una vez llegan a México para esperar por su proceso de asilo, el dinero empieza a limitarse y regresar a su país implica otro gasto.
Además, el panorama migratorio en Estados Unidos ha quebrantado la esperanza de un futuro diferente por lo que prefieren regresar a casa, afirman muchos de los migrantes que han hablado con Noticias Telemundo 40.
“Ya no quiero andar sufriendo. Ya tengo desde mayo acá (México) y no…ya mejor me regreso. Voy a ver si me dan apoyo acá para poderme regresar y tengo la fe en que me van a ayudar,” expresó José Cristóbal Cruz.
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Para activistas mexicanos, el programa conocido como MPP es solo una política de disuasión.
“Como que es para desesperar a los solicitantes porque imagínate tú, hay personas que por lo menos dos o tres meses han estado en espera de esta entrevista, ya fueron a solicitar y luego los hacen esperar dos o tres meses más. Ya para ellos esa situación, el proyecto que ellos tenían de ir a la entrevista ya ha cambiado,” argumentó Juan Antonio Sierra Vargas, administrador de la Casa del Migrante en Matamoros.
Sierra Vargas creyó que la trágica imagen compartida en el verano del 2019, en el que un papá y su hija murieron ahogados en el Río Grande, marcó a los inmigrantes indocumentados en la frontera de Matamoros y Brownsville provocando que los ojos del mundo estuvieran en esa zona fronteriza y limitando aún más sus posibilidades.
“Ese incidente tan penoso de la muerte del papá e hija nos marcó porque queríamos nosotros que todas las personas que estuvieran en el puente y aquí entendieran el riesgo que ocurría además y que accedieran a la entrevista de manera ordenada por el puente,” sostuvo Sierra Vargas.
Para muchos migrantes, esta experiencia les ha servido para reflexionar sobre la dura realidad que se enfrentan al intentar llegar a los Estados Unidos.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Migración, de los 460,000 migrantes que han ingresado a México, el 15 por ciento de ellos han sido devueltos a sus países de origen y según las estimaciones, esto números pudieran aumentar.
