MCALLEN- Una inmigrante hondureña dice estar viviendo una pesadilla ya que teme ser deportada en cualquier momento y convertirse en otra víctima más de la violencia en su país natal, donde su tío fue asesinado.
Y es que, en la mañana del miércoles, Miriam Muñoz se enteró que a su tío lo acribillaron a balazos en Honduras.
La violencia en su país fue el motivo principal por el que Miriam decidió migrar a los Estados Unidos junto a su hijo.
“Tuve que salir con mi hijo, a huir porque nosotros éramos negociantes de mariscos y ahí se pagan impuestos de guerras en Honduras y por eso muchos hemos salido de allá huyendo. Mi familia está en peligro,” afirmó Muñoz.
En marzo de 2018, Miriam y su hijo cruzaron la frontera por Piedras Negras y al pisar suelo estadounidense, se entregaron a agentes de la Patrulla Fronteriza.
Un año y medio después, sigue a la espera de que un juez le permita quedarse en el país, lejos de la violencia en Honduras. Su cita ante un juez de inmigración está programada para el 18 de diciembre.
Muñoz contó que su familia recibe amenazas de muerte constantes. Hace poco, su hermana menor fue alcanzada por la violencia. “Balacearon a mi hermana donde le quitaron su orejita y el pie, le balacearon un pie y quedó inválida,” dijo Muñoz.
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Por lo pronto, Miriam se ha dedicado a trabajar limpiando casas para poder sacar adelante a su hijo y ahora para apoyar a su familia con los gastos del funeral de su tío.
