Niños migrantes conmueven a los jueces

NUEVA YORK -- Los jueces estadounidenses de inmigración no son ajenos al drama humano que se vive hoy en día en sus cortes, cuando niños y niñas centroamericanos escuchan asustados sus palabras desde una silla, sin que los pies les lleguen al suelo.

"Lo que es especialmente conmovedor es la edad de estos niños, muchos son muy jóvenes y eso rompe el corazón", declaró el juez federal Robert Weisel el lunes ante el Concejo Municipal neoyorquino.

El magistrado dijo que entrar en el proceso judicial migratorio estadounidense puede ser algo "muy intimidante" y que para reducir "la ansiedad" en los menores, los jueces se quitan las togas y hablan con ellos de forma informal, preguntándoles, por ejemplo, si tienen ganas de empezar la escuela.

Weisel habló así durante una audiencia convocada por las autoridades municipales para evaluar qué se puede hacer para ayudar a miles de niños centroamericanos que han cruzado ilegalmente y sin sus padres la frontera con Estados Unidos. Se calcula que más de 60,000 menores no acompañados lo hicieron en los últimos 12 meses. Nueva York es el segundo estado que más niños ha recibido después de Texas, con 4,800 que viven con sus familiares o guardianes, según datos federales.

A pesar de que los números de niños que llegan solos a la frontera se han reducido en las últimas semanas, ciudades y estados estadounidenses se preguntan ahora qué hacer con ellos y analizan si supondrán un gasto adicional. Hace un par de semanas el gobierno anunció que otorgaba 1.8 millones de dólares en ayuda a grupos que defienden a niños inmigrantes en las cortes para asegurar que cuentan con abogados. Los fondos se han distribuido a nivel nacional a través del programa AmeriCorps y la Coalición de Inmigrantes de Nueva York ha recibido al menos 120,000 dólares de los fondos.

Por otro lado, el Concejo Municipal de la ciudad de Nueva York anunció recientemente que destinará un millón de dólares para ayudar a grupos que ofrecen representación legal a los niños. La Robin Hood Foundation y el New York Community Trust también han contribuido con alrededor de 900,000 dólares en total.

La llegada de tantos menores forzó a las autoridades estadounidenses a impulsar un plan para agilizar su paso por las cortes, las cuales ya están abrumadas con una gran acumulación de casos. En Nueva York, los casos de niños se escuchan ahora cada día en la corte migratoria, en lugar de tan sólo unos días al mes, tal y como se hacía antes.

Weisel, quien también es el juez encargado de administrar la corte de inmigración neoyorquina, negó que los casos de menores se aceleren más allá de estipular su primera cita en la corte, que ahora se fija antes de un plazo de 21 días desde que un caso se activa o registra en el sistema.

"No aceleramos el proceso. Tratamos estos casos como cualquier otro caso. Queremos asegurar que los abogados tienen suficiente evidencia, suficiente tiempo", aseguró.

Varios activistas y abogados de inmigración han criticado al gobierno por supuestamente acelerar los casos de menores recién llegados a largo de todo su proceso judicial con el objetivo, aseguran, de que sean deportados con mayor rapidez.

El juez Weisel también destacó el lunes que muchos niños comparecen frente a la corte sin abogados. Aproximadamente 1,140 niños que llegaron solos a Estados Unidos en los últimos meses tiene su caso abierto en la corte migratoria de la ciudad de Nueva York.

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