HOUSTON – Las autopridades penitenciarias de Texas se aprestan a ejecutar este miércoles a las 6 p.m. a Lisa Coleman, sentenciada a morir con inyección letal al ser responsable de la muerte por inanición de un niño de 9 años en la ciudad de Arlington, en el área metropolitana de Dallas.
Coleman se convierte así en la sexta mujer ejecutada en Texas desde que se reactivó la pena de muerte en 1982.
Coleman fue sentenciada en junio de 2006 a morir ejecutada tras ser hallada culpable de la muerte de Davontae Williams, el niño de 9 años e hijo de su pareja Marcela Williams.
Según la acusación, Coleman y Williams no le daban de comer al niño, lo mantenían amarrado y lo sometían a otra serie de maltratos como quemarlo con cigarrillo, entre otros.
Al momento de la muerte del menor, éste solo pesaba 35 libras y tenía más de 250 cicatrices en su cuerpo. Davontoe fue encontrado muerto tirado en el baño donde vivía con las dos mujeres.
Muchas de las cicatrices fueron causadas por los golpes que Coleman y Williams le daban al menor y otras por las ataduras que tenía en sus manos y tobillos.
Williams, la madre del menor y quien se declaró culpable del delito que se le imputaba, recibió una pena de cadena perpetua, la cual actualmente cumple en la cárcel estatal de Murray, en la ciudad de Gatesville, una población cercana a Waco (Texas).
