El contrabando se resiste a abandonar la frontera. Expertos en el tema aseguran que los inicios de dicha actividad se remontan a mediados del siglo 19.
Los tequileros, específicamente, fueron los primeros contrabandistas del Valle del Río Grande.
El negocio comenzó con la prohibición del alcohol y el ingreso del producto al área.
“Cuando personas quieren algo, van a buscar la cosa que quieren”, expresa George Díaz, autor de “Border Contraband”, un libro que relata la historia del contrabando en el valle. “Cuando las leyes dicen que no pueden sacar las cosas, van a hacer cosas contra la ley”, agrega el autor.
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Desde hace años, afirma Díaz, los contrabandistas eran símbolos de una cultura prohibida En ocasiones, eran vistos como héroes.
Pero, para algunos los verdaderos héroes son los que intentan frenar precisamente el contrabando.
Independientemente, el negocio del contrabando es un negocio peligroso.
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