Urgen sacar a Cuba de lista de países terroristas

¿Saldrá Cuba de lista de países terroristas?

Un año después asumir la presidencia de Estados Unidos, Ronald Reagan incluyó a Cuba en la lista de estados que patrocinan el terrorismo porque entonces apoyaba a las guerrillas de Centro y Sudamérica.

Cuba permaneció en la lista tras la caída de la Unión Soviética, a pesar de que Fidel Castro dejó de ayudar a los movimientos insurgentes y aun cuando el enfoque global de la lucha contra el terrorismo giró hacía el Medio Oriente. Para los observadores internacionales, el lugar de Cuba en esa lista es una reliquia de la Guerra Fría y una demostración del poder de los enemigos del gobierno comunista cubano en el Congreso de Estados Unidos.

Para Cuba, el permanecer en esa lista se convirtió en un poderoso símbolo de lo que muchos en la isla consideran cinco décadas de una campaña de intimidación de parte de la superpotencia del norte.

Ahora que los dos países han acordado poner fin a medio siglo de animosidad, el presidente Barack Obama dejó claro que sacaría a Cuba de esa lista cuando anunció la nueva política exterior norteamericana hacia la isla, en una alocución televisada a finales del año pasado, donde dijo que "en una época en las estamos enfocados en las amenazas que representan Al Qaeda o el grupo Estado Islámico, una nación que cumple con nuestros requerimientos y renuncia al uso del terrorismo, no debe enfrentar esta sanción".

Importantes representantes diplomáticos de Cuba llegarán a Washington la siguiente semana para una segunda ronda de negociones sobre el restablecimiento de las relaciones diplomáticas. Cubanos desde el presidente Raúl Castro hasta ciudadanos ordinarios consideran salir de la lista uno de los elementos más importantes de esa distención, que podría ayudar a sanar una gran injusticia. A los ojos de los cubanos, ellos son las víctimas del terrorismo. No Estados Unidos.

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Para los cubanos, el peor acto de agresión contra la isla desde su revolución en 1959 ocurrió cuando 73 personas a bordo de un avión cubano de pasajeros que iba de Barbados a La Habana murieron en un atentado en 1976, en un ataque atribuido a exiliados anticastristas respaldados por Estados Unidos. Dos de los hombres acusados de planear el crimen se refugiaron en Florida y uno de ellos, Luis Posada Carriles, vive tranquilamente allí hasta la fecha.

"Este es un país chiquito y todo el mundo conocía a alguien que conocía a alguien que iba en ese avión", dijo Juan Carlos Cremata, director de cine y teatro que tenía 13 años cuando su padre, un despachador de aerolínea, de 41 años, murió en lo que los cubanos llaman "el crimen de Barbados".

"Estados Unidos va a mostrar que es un país inteligente porque lo más absurdo, la cosa más estúpida del mundo, es poner a Cuba en una lista de naciones terroristas", agregó Cremata.

Salir de la lista estadounidense podría brindar a Cuba protección contra demandas dentro de Estados Unidos porque estar incluidos en ella quita a los países inmunidades importantes que las cortes estadounidenses normalmente otorgan a los gobiernos extranjeros.

En momentos que La Habana y Washington trabajan para fortalecer lazos comerciales, proteger a Cuba y cualquier socio empresarial estadounidense de demandas por parte de gente que se hubieran visto afectadas por el gobierno de Castro podría ser esencial.

"Desde el punto de vista cubano, resolver este tema de la lista es también resolver este tipo de preocupaciones", opinó Jesús Arboleya, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de La Habana que fue cónsul cubano en Washington de 1979 a 1982. "Pero además hay un problema político implícito y es que a nadie le conviene que digan que es un país promotor del terrorismo".

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