Uno de los residentes impactados por el cambio y creación de la nueva ciudad es Antony Gómez, es propietario de una pequeña empresa local y no trabaja para la compañía de Elon Musk.
Su propiedad quedó dentro de los nuevos límites de Starbase, justo frente al sitio donde se lanzan los cohetes de SpaceX “jamás imaginé que mi propiedad terminaría dentro de los límites de una ciudad espacial”, comentó Antony, quien administra el negocio Rocket Ranch.
Noticias Texas 24/7 en Telemundo 40.

Gómez ve con optimismo los cambios que podrían beneficiar a la región y a negocios como el suyo pues “estamos bien orgullosos de estar en esta área, es un área que pensamos que va a ser mucho para no solamente obviamente Brownsville, toda el área del Río Grande, en Brownsville”, dijo. “
Además, destacó que "por muchos años, no ha pasado nada en esta área, había un desarrollo después de los 60 y después pasó lo de los huracanes”. Los cambios dice le ayudarán en sus tareas cotidiana “manejar una hora cada vez que quiero ir al HEB a echar gasolina, es muy difícil, el tráfico está muy mal, así que yo creo que tener un poco de servicio en esta área no va a ser malo”.
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Sin embargo, no todos comparten el mismo punto de vista. La activista Lupita Sánchez, de la organización Workers United, expresó su preocupación por el impacto ambiental del proyecto: “no estamos de acuerdo en las cosas que genera Starbase o SpaceX en el impacto de medioambiente, y a veces tenemos que ver más que nuestro propio interés, tenemos que ver el interés de todos”.
Mientras el debate continúa, la atención de la región se centra en el próximo lanzamiento del cohete de SpaceX, programado para la próxima semana. El evento promete atraer de nuevo todos los focos en la recién formada ciudad espacial del sur de Texas.