La visita del Papa Francisco a Estados Unidos no ha pasado desapercibida por parte de los católicos en el Valle de Texas.
Tampoco han ignorado la postura del Sumo Pontífice en temas tan delicados como el divorcio y la homosexualidad. Incluso, algunas de sus declaraciones han ocasionado polémica. Una de ellas fue cuando dijo que si una persona es homosexual, busca al señor y tiene buena voluntad, “¿Quién soy yo para juzgarla?
Pero, sacerdotes locales aseguran que no hay que confundir. Esto no significa que la Iglesia Católica esté aceptando el matrimonio gay.
Como explica el padre Alfonso Guevara, “la vida es muy complicada y no podemos hacer no más juicios. Tenemos leyes que observar. Pero, enfrente de todo eso está la compasión de Dios”.
El divorcio, otro de los temas tabú dentro de un sector de la Iglesia, podría ser visto de forma más relajada por el sucesor de Pedro. En uno de sus discursos aseguró que “…cuando el amor fracasa y fracasa muchas veces, debemos sentir el dolor de ese fracaso, acompañar a la gente que ha sentido el fracaso de su amor… ¡No hay que condenarlos!”
El padre René Ángel, explica que “muchas veces la gente piensa que este Papa es muy abierto” pero, por más cambios en las leyes civiles, hay cosas que la iglesia no puede permitir. Ejemplo de ello son las pastillas anticonceptivas, el condón, los matrimonios homosexuales y los divorciados vueltos a casar.
Un aspecto que también ha caracterizado a Francisco es que durante sus visitas apostólicas ha reducido la seguridad que lo rodea, haciéndolo una persona más accesible a los fieles católicos.
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