Los secretos del cantante de tangos más famoso del mundo

Una muestra en su casa en Buenos Aires recorre la vida de Carlos Gardel.

El fútbol, el turf y varios deportes se mezclan con el tango en una muestra recientemente inaugurada en Buenos Aires, en la casa que perteneció al mítico cantante Carlos Gardel, cuyo interés por el deporte se ve plasmado en canciones que hablan de jugadores, pelotas, caballos y jinetes.

En la zona del Abasto, en Buenos Aires, se mantiene aún hoy en pie la casa en la que vivió el más famoso cantante de tangos.

Reconvertida en un museo, la que fue vivienda del artista acoge en estos días la muestra "Gardel y los deportes", en la que, a través de fotografías, documentos, partituras y objetos, se muestra el estrecho vínculo que tuvo "El Morocho del Abasto" con los deportes.

"Si hay algo que abundan son las historias sobre Gardel. Es difícil encontrar una historia no contada. En este caso, más que una historia no contada, es una perspectiva nueva, que es pensarlo en la sociabilidad de los deportes", explicó a Efe Marina Cañardo, directora del museo.

"Creo que esto ayuda a pensar en un Gardel más humano. Es otro de los objetivos, humanizar esa figura para entenderla de otra manera. No para decir que era menos importante, sino al revés, para entender su importancia", añadió.

La exposición, que se podrá visitar hasta el próximo abril, está dividida en tres núcleos temáticas: el turf, el fútbol y otros deportes.

Las carreras de caballos fueron sin duda una de las pasiones de Gardel, quien fue dueño de corceles y un asiduo asistente al hipódromo. Además, interpretó varios tangos dedicados a este deporte.

"Por una cabeza, de un noble potrillo, que justo en la raya, afloja al llegar. Y que al regresar, parece decir, no olvidés, hermano, vos sabés, no hay que jugar", dice el célebre tango "Por una cabeza", una de sus canciones más conocidas.

"La idea fue ilustrar con fotografías, con objetos pero también con el repertorio gardeliano vinculado a cada uno de estos deportes. Elegimos algunas partituras, algunos discos y menciones a esos repertorios si se quiere 'burreros', como se le dice a los del turf, futbolísticos o de los otros deportes", señaló Cañardo.

El fútbol fue otro de los deportes favoritos de Gardel. Forjó una fuerte amistad con Pedro Ochoa, exjugador del Racing Club, y con Josep "El Mago" Samitier, del Barcelona.

En la muestra "Gardel y los deportes" hay incluso unas fotografías que fueron cedidas por el museo del club catalán.

Gardel estuvo en Montevideo durante la final del primer Mundial, que disputaron Argentina y Uruguay en 1930 y visitó a los jugadores de ambos equipos ante del partido, que finalizó con triunfo de la Celeste por 4-2.

Argentinos, uruguayos y franceses se disputaron durante años ser la patria de Gardel, quien, según Cañardo, mantuvo la incógnita sobre su nacionalidad hasta poco antes de su muerte, cuando escribió un manuscrito, exhibido en el museo, en el que asegura haber nacido en Francia.

Para Cañardo, que el cantante haya visitado a ambas selecciones es un "gesto típicamente gardeliano, típicamente generoso".

Coleccionistas, museos, entidades y diversas personas colaboraron con esta curiosa y novedosa exhibición.

El sociólogo Rodrigo Daskal, director del museo de River Plate, fue clave en el armado de la obra, según explicó Cañardo.

"Esto fue un trabajo de equipo, como un equipo de cualquier deporte. Fueron varios los involucrados, no se hubiera podido hacer con una sola persona. Empezando por los coleccionistas desde Ricardo Stockdale, Pablo Taboada y Fabio Cernuda, tres coleccionistas especialistas en tango y no solo en Gardel que aportaron de sus colecciones personales", dijo Cañardo.

La muestra tiene también su faceta tecnológica. Hay una zona para sacarnos selfis con una fotografía tamaño real de Gardel y códigos para escanear con el celular y escuchar en plataformas de reproducción en internet canciones del músico relacionadas con los deportes. Uno de esos temas es el famoso "Patadura", en el que se mencionan varios futbolistas de aquella época.

Cañardo sostuvo que esta muestra temporal se vincula con el resto de las salas, donde está la muestra permanente.

"Uno puede llevarse de aquí un papel con la letra de un tango y un código, insertarlo en la sala discografía y escuchar esa canción", dijo la directora del museo que contribuye a mantener vivo el legado del mítico cantante.

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