Trump podría devolver a miles de centroamericanos

La posibilidad de eliminar el TPS pondría el peligro la permanencia de sus beneficiarios.

José Palma huyó de El Salvador a Lynn, Massachusetts, como última esperanza. Después de que su familia fuese desplazada de su granja por una sangrienta guerra civil, cruzó la frontera a los 21 años e hizo cualquier trabajo que pudiera conseguir -como lavavajillas, repartidor, obrero- para intentar reconstruir su vida.

En 2001, recibió el estatus de protegido temporal, dándole el derecho a permanecer y trabajar legalmente en el país. Obtuvo su título de asociado y encontró un trabajo como asistente legal. Pero bajo la administración de Trump, esos derechos están en peligro.

Ahora, es uno de los muchos titulares de TPS que presionan al Departamento de Seguridad Nacional para que renueve su estatus legal, o que empuje al Congreso a encontrar una solución a largo plazo para gente como él.

"El fin del TPS destruiría la vida que hemos estado acumulando durante los últimos 19 años y nos dará un futuro incierto", dijo. "Combatir para mantener nuestro estatus legal es luchar por el futuro de nuestras familias, por el futuro de nuestros hijos".

TPS, una designación humanitaria temporal, protege a las personas de los países en medio de desastres naturales o guerra civil hasta que puedan regresar casa. Honduras recibió el estatus de TPS en 1999, después del huracán Mitch, mientras que El Salvador lo recibió en 2001 luego de una serie de terremotos mortales.

En total, los expertos dicen que hay aproximadamente 265,000 inmigrantes de estos dos países centroamericanos que viven en los EEUU con protección TPS, formando alrededor del 80 por ciento de todos los titulares de TPS.

Pero el ex secretario de Seguridad Nacional John Kelly ya ha hecho varios indicios de que el futuro del programa es incierto bajo la administración de Trump, particularmente cuando se trata de la designación de TPS para Haití.

Antes de convertirse en el jefe de gabinete de la Casa Blanca, Kelly anunció que la designación de Haití se extendería por sólo seis meses, en lugar de la extensión más común de 18 meses.

Más tarde dijo al Miami Herald que los inmigrantes protegidos por el programa "necesitan empezar a pensar en volver".

Sus comentarios llegaron cuando la administración Trump ha estado tratando de cumplir una promesa de campaña de una aplicación más estricta de la inmigración. Las órdenes de remoción y las salidas voluntarias suben un 30 por ciento.

Además, Trump ha propuesto limitar la inmigración legal, basada en un nuevo sistema que reduciría el número de visados emitidos por la mitad y establecería nuevos requisitos.

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